Quizás muchas veces pasemos
por alto lo importante que es dar las gracias…
Ya sea porque alguien te apoye
en los momentos delicados, que este ahí en todo momento para echarte una mano
cuando más lo necesites sin ni siquiera pedirlo.
Gracias por aguantar cada
lagrima, cada sentimiento de tristeza, de rabia, de desolación.
Gracias por ese primer amor
que te hace único, esa primera caricia que te hace especial, la primera sonrisa
que percibes que te colma el alma de una felicidad que muchas veces habías
sentido pero que nunca le habías dado tal importancia.
Gracias por esas tardes donde
todo se envuelve de un ruido sonoro el cual lo llamamos risa, por las
horas y horas dedicadas, aunque nadie vea que eso no es perder el tiempo, sino
utilizarlo para guiar.
¿Guiar? ¿A quién? A todo aquel
que necesita ayuda, aquella persona que se ve sumergida en la oscuridad, que se
siente sola, que se encuentra perdida en un mundo sin luna, una luna que no
aparece que quizás se ha perdido en su propio mundo y ya no sigue iluminando el
camino de ese llanero solitario.
Hay que darle gracias a la
vida, a los pequeños momentos, a no arrepentirse, a hacer lo que se siente
porque si no, que nos queda… NADA.
Por eso llamemos a la luna,
vamos a demostrarle que no está sola y que se la necesita para iluminar ese
camino, que alguien la necesita como ella necesita a quien iluminar.
Ya te echaba en falta, deberías hacerlo más seguido así podría seguir enamorándome de tu fotografía, y que decir de tus palabra, hermosas como la que las dice ;)
ResponderEliminarGracias guapa, intentare subir mas a menudo fotos, ahora me vuelve alguien muy importante para mi y estoy segura q me devuelve la inspiración. Un beso guapa y gracias por echarle un vistazo a mi blog ;)
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